Entiendo por conciencia emergente aquella que está despertando del letargo, del sueño, de la narcolepsia causada por las vanas ilusiones que inundan nuestra existencia con engañosas promesas, con proclamas falaces como que vivimos en democracia sin cuestionarnos sobre la corrupción sistémica que nos asola, del marketing existencial donde eres feliz si consumes tal o cual producto o de tal o cual forma, de los modelos relacionales, de los sentimientos de culpabilidad, del odio